
aquí les dejo uno de mis primeros trabajos, léanlo y opinen...
Capitulo 1
¿SUEÑO O REALIDAD?
Autor: Edwin jr Correa
Martínez
15
de Noviembre del 2011.
Después
de un día tranquilo entre a mi cuarto, me quite los zapatos, las medias y me
tire en mi cama y me quede dormido. De repente aparecí en el supermercado local,
-¿que diablos, como llegue yo aquí?-
me pregunté sorprendido por lo que paso, en el mismo instante todas las
personas me quedaron mirando. -¡ahí esta!
¡Atrápenlo!- gritó uno de los guardias de seguridad del supermercado
señalándome con un bastón. Las personas que me miraban comenzaron a desaparecer
como una neblina que se esfuma en el aire, quedando solamente el guardia de
seguridad que me señalaba, pero de pronto aparecieron detrás de él unos 50
guardias más que de inmediato comenzaron a correr hacia el lugar donde yo me
encontraba; corrían con tanta furia que parecían un ejercito antiguo sediento
de sangre (mi sangre),
-¡No soy marica! ¡Me largo de aquí!-
pensé mientras corría hacia la entrada principal para salir de aquel lugar;
pero justo a unos 8 metros de distancia de la única oportunidad de salida que
tenia se coloca un guardia, el cual trataba de obstruirme el paso; -¡detente o te golpeo!- grita el guardia
amenazándome con su bastón, sin embargo, yo hice todo lo contrario, -¡ah si, para esto!- pensé mientras intentaba
correr con mucha más velocidad que con la que había empezado. Y justo cuando
estaba a unos 3 metros
aproximadamente salte, levante mi puño y golpee al guardia justo en la cara;
tan duro que me quedaron doliendo los nudillos. Además de eso, tan emocionado
estaba que ni siquiera voltee a mirar hacia atrás y seguí corriendo hasta que
perdí a los guardias.
Después
de un rato ya afuera y a una gran distancia de aquel lugar vi una moto con las
llaves puestas, como si estuviera esperándome. Sin dudarlo cogí la moto y me
fui directo a mi casa, pero justo al llegar al puente que comunica el barrio
donde yo me encontraba con el barrio donde se encontraba mi casa, la moto en la
que iba se convierte en una bicicleta, y para colmo de mi suerte se me
atraviesa un perro blanco que podría jurar que media aproximadamente unos 150
cm de altura, éste comienza a ladrarme y a perseguirme; y por poco me muerde.
En ese momento me llene de ira y me detuve, aquel animal gigantesco se detuvo
detrás de mi y se coloco en posición de ataque; yo me baje de la bicicleta y me
prepare para recibir su ataque, y en buena hora lo llegue a hacer, porque
este perro gigante feroz mente se lanzo
hacia mi, en aquel momento tome tanta fuerza de no sé donde y agarre con mis brazos
el cuello de aquel animal, tanta era la fuerza que sentí como se le quebró el
cuello y se le partía la garganta. Obviamente el animal quedo muerto, pero yo
me sentí tan lleno de adrenalina que corrí hasta llegar a mi casa.
Al
llegar a mi casa abrí la puerta de mi cuarto y de repente apareció una luz, tan
intensa que no podía ver nada y de repente desperté en mi cama. –ese
si fue un sueño raro- exclame en voz baja al ver a mi hermano dormido.
Me quede pensando por un momento en aquel animal… -¡que sueño tan raro el que acabo de tener marica!- interrumpe con
sorpresa mi reflexión el comentario de mi primo, el cual se encontraba en la
cama de arriba de mi camarote. -¿Qué soñaste?- le pregunté, -con
un perro blanco gigante que me mataba- responde mi primo, por un segundo
quede sorprendido, -yo tuve el mismo
sueño- responde mi hermano bostezando y estirando sus extremidades. – ¡yo
también!, excepto que yo mate al perro- respondí algo asustado a los comentarios hechos por
mi primo y mi hermano, en ese momento entra una amiga en el cuarto, -¡hey! ¡Tuve un sueño rarísimo!- dice aquella chica -¿con un perro blanco que te
mataba?- le hice una pregunta capciosa, ella mueve la
cabeza diciendo que si, -pues fíjate que no eres la única que tuvo ese sueño
en esta noche, excepto yo que a diferencia de los tres mate al perro- exclame, de repente mi primo cae como un bulto al
suelo, sorprendido y asustado fui a ver que le había pasado, y al tomar sus
signos vitales me di cuenta de que estaba muerto, enseguida agarre la mano de
mi amiga y le grita a mí hermano -¡Jorhan ven acá ahora- mi hermano asustado se levanta deprisa y corre
hacia donde yo me encontraba, de repente aparece una sombra detrás de él, mi
hermano se agarró el pecho y cayó en el piso; sin soltar a mi amiga fui a
socorrerlo, pero ya era tarde, ya había muerto.
-ya
entendí- dije, sentado en mi cama sin soltar la suave y fría
mano de mi amiga. – ¿Qué sucede?- pregunta
ella con una lágrima bajando por su pálida mejilla. –Todos
los que fueron asesinados por el perro en el sueño mueren en la vida real, y
además al parecer como yo mate a aquel animal sigo vivo y como te estoy
agarrando tu tampoco has muerto por ahora- respondí…
- lo has pensado bien… ¿verdad? – Me
responde ella apretando mi mano, -
claro que si… ya que han pasado 20 minutos y sigues aquí –
le conteste mirando la pantalla del celular, - equivocaste en un detalle – dice ella mirándome a los ojos; y de
pronto sus ojos cambiaron de color, de un color café a un rojo intenso. – ¿Porque tus ojos son rojos ahora?- le
pregunte recordando el color de los ojos de aquel perro blanco… - te equivocas, porque ya yo he muerto, me
convertí en el perro blanco y no has muerto porque has probado ser mas fuerte
que yo en el mundo de los sueños; pero en el mundo real aun no sabemos –
exclamo aquella chica… levantando su brazo, de repente sus uñas se alargaron y
abalanzó su mano hacia mi rostro. Justo en el instante en que cerré mis ojos
para recibir aquel ataque desperté en mi cama nuevamente. –“wow” que sueño tan
pesado – exclame, algo agitado – menos
mal que era un sueño – pensé; me puse de pie y me dirigí al baño, al llegar
a allí encendí la luz, me miré en el espejo y me espante por un momento por lo
que vi; tenia cuatro cicatrices en mi rostro, enseguida me toque la cara y estaban secas aquellas marcas… - ¿no te gustan? – pronuncio una voz muy
cerca de mi oído derecho – ¡despierta!
– Se escucho un grito en el fondo de mi cabeza - ¡despierta! – se repitió aquella vos haciendo eco, de inmediato
cerré los ojos por un momento pensando que era mi imaginación o que quizás
todavía estaba soñando, pero no pasó nada; así que simplemente me fui a mi
cuarto con la convicción de que estaba imaginando cosas, aunque, eso no lo habría pensado si hubiera vuelto a
mirar el espejo...